Reflexión: Las decisiones

En los 16 años de mi vida, me he dado cuenta, de que las decisiones que tomamos, pueden tener más consecuencias de las que nosotros pensamos, ya sean positivas o negativas.  ¿Cuántas decisiones tomamos al día? ¿Cientos, miles? En cada segundo de nuestra vida tomamos una decisión por muy insignificante que sea, pero algunas de esas insignificantes decisiones pueden cambiar nuestra vida y de la gente que nos rodea, por ejemplo:

Un señor va a una entrevista de trabajo, la entrevista es a las 12:00 y son las 11:58. Coge el ascensor, y de repente ve a un señor que intenta entrar en la cabina, pero no llega a tiempo y se cierran las puertas, llega a la entrevista justo a tiempo, el jefe le comenta que había otro aspirante al puesto con mejor curriculum que el suyo, pero no se ha presentado, el puesto se lo dan a él, justamente el señor que se iba a presentar era el que no ha podido entrar en el ascensor y no había llegado a tiempo.

Ha sido una consecuencia positiva para el señor que ha conseguido el puesto de trabajo, pero para el otro ha sido negativa, sin embargo si hubiese cogido el otro señor más tiempo y hubiese llegado antes, y sería al revés, o a lo mejor el otro señor no pudo llegar antes por que había atasco, por lo que las decisiones ajenas también  influye más de lo que nosotros nos creemos.

Con este ejemplo quiero hacer ver a la gente la importancia que tienen las decisiones, que tomamos, y que de casi todas las decisiones y experiencias que ocurren a raíz de estas les podemos sacar el lado positivo.

Piensa en positivo